Madeira es mar, acantilados infinitos y miradas profundas al horizonte. Pero es mucho más que eso. La isla cuenta con un interior sorprendente, plagado de espacios naturales, recorridos por sus famosas levadas, que cuentan con pequeños y encantadores pueblos, que hacen las delicias de todos aquellos que se acercan a descubrir una de las partes más desconocidas de la isla ¿Lo mejor? Alquilar un coche o apuntarse a alguna de las excursiones guiadas que te acercan al corazón de Madeira. Queremos descubrirte a continuación algunos de los pueblos más encantadores del interior de la isla:
Curral das Freiras
Situado en el cráter de un volcán extinguido, Curral das Freiras es quizá uno de los lugares más espectaculares desde la isla. La visita al pueblo discurre entre sus callejuelas y la preciosa iglesia de la localidad. Pero además, recomendamos contemplar el pueblo desde alguno de los miradores que lo rodean, como es el de Eira do Serrado, situado a más de 1000 metros de altitud y que ofrece una panorámica única de Curral das Freiras y el resto del valle. Y si quieres disfrutar del producto típico de esta zona, te recomendamos que visites el pueblo a principios del mes de noviembre, ya que cada año se celebra la famosa Fiesta de la Castaña. Un motivo más para acercarse a este encantador enclave del interior de Madeira.
Serra D’Água
El conjunto de las casas blancas de esta pequeña parroquia, mezcladas con el verde de los cultivos y flanqueadas por las montañas de su alrededor es una de las imágenes más bellas que pueden llevarse de la isla. Se trata de una pequeña agrupación de casas en el interior de la isla que componen una panorámica perfecta del rural madeirense. Además, los amantes de la naturaleza disfrutarán el doble de este enclave ya una levada de decenas de kilómetros se encuentra en la zona, permitiéndonos descubrir desde este punto la naturaleza de Madeira.
Santo Antonio da Serra
Plagado de casas solariegas y extensiones de verde, Santo Antonio da Serra es un lugar que transmite paz y relajación a todos aquellos que lo visitan. La localidad es conocida sobre todo por su campo de golf, de 27 hoyos, desde el que se pueden ver tanto las montañas como, a lo lejos, el mar. Los amantes de este deporte tienen en Santo Antonio da Serra su lugar de cabecera . Y, tras una buena jornada entre hoyos, recomendamos un tranquilo paseo por la localidad, con especial mención a la sencilla iglesia blanca de Santo Antonio.
Madeira alberga pequeños pero encantadores enclaves situados en sus valles interiores, que ofrecen también panorámicas e imágenes únicas, alejadas de las típicas estampas a las que nos tiene acostumbrados la isla y sorprendiéndonos, una vez más por la combinación de su naturaleza exuberante con las pequeñas construcciones blancas que la decoran. Si quieres descubrir Madeira te animamos a que preguntes en tu agencia de viajes de confianza por alguno de nuestros ofertas para la isla, con vuelos desde Santiago o Asturias ¡Ven a conocer el corazón de Madeira!