Contemplar una puesta de sol es siempre una experiencia preciosa. Pero si el atardecer es en Madeira, la isla eterna y multicolor, el momento se vuelve, cuanto menos, mágico. Sentarse a ver la puesta de sol es casi una obligación para cualquiera que visite la isla y quiera disfrutar de la calma y la paz que destila Madeira. Cualquier lugar es bueno para relajarse a contemplar el final del día, pero sin duda hay enclaves en los que la puesta de sol se convierte en un verdadero espectáculo. ¡Toma nota!
Pico de Arieiro
El Pico Arieiro ofrece una de las vistas más impresionantes de la isla. Desde allí, y si el día está despejado, se puede ver la costa sur de Madeira, el Curral das Freiras y la Isla de Porto Santo. La zona merece una escapada para disfrutar de sus espectaculares formas rocosas paseando entre un mar de nubes. Y por supuesto, las rutas son otro de los fuertes de esta zona, que permiten conocer la parte más natural de Madeira. Para contemplar la puesta de sol desde el pico te recomendamos subir ropa de abrigo, ya que a más de 1.800 metros de altitud, las temperaturas pueden refrescar. Y recuerda llevar la batería de la cámara cargada: ¡las instantáneas desde lo más alto son de postal!
Ponta do Sol
Ponta do Sol es conocido por ser, como su propio nombre indica, un lugar en el que el sol hace su aparición durante todo el año, convirtiendo este enclave en el lugar más soleado de Madeira. Así, es habitual ver a turistas bañándose y disfrutando del buen clima durante todo el año, además es perfecto para poder disfrutar de la puesta de sol después de un día de playa. Ya sea desde la terraza de un bar o desde la misma playa, disfruta de unos instantes que se quedarán grabados en tu memoria para siempre.
Mirador en el Fortín de Faial
En la parte norte de la isla se encuentra el Fuerte de Faial, cuyo mirador brinda una oportunidad única para disfrutar de una de las más impresionantes puestas de sol de Madeira. Si el día está despejado, se puede llegar a ver la isla de Porto Santo y más cerca los pueblos de Faial, São Roque do Faial y Porto da Cruz, y los acantilados de Penha d’Águia y Ponta de São Lourenço que convierten la estampa en una auténtica postal. Además, el fuerte de Faial, construido en el siglo XVIII para ver llegar a los invasores y defender la zona, es uno de los lugares más visitados por todos aquellos que quieren despedir el día contemplando el espectáculo natural.
Mirador del Faro de Ponta do Pargo
El Faro de Ponta do Pargo se ubica en Ponta Vigia a 312 metros de altitud, ofreciendo una de las panorámicas más impresionantes de la isla. El cabo más occidental de la isla es el lugar idóneo para un picnic al atardecer esperando por una de las puestas de sol más impresionantes de Madeira.
Mirador del Pico Ruivo
El Mirador del Pico Ruivo se encuentra en el punto más elevado del archipiélago, a más de 1800 metros de altitud. Como es de esperar, las vistas desde el tercer punto más alto de Portugal son de infarto. La puesta de sol desde el Pico Ruivo ofrece un espectáculo delicioso con una vista que se pierde en el océano para observar Porto Santo y las islas Desertas. Un atardecer imprescindible en la isla.
Ver atardecer en Madeira es pura magia: desde el bullicioso puerto de Funchal, un barco, el teleférico, o cualquiera de las recomendaciones que acabamos de contarte, las opciones en Madeira son infinita. Si no quieres perder la oportunidad de contemplar la caída del sol en la isla, seguro que en Yu Travel tenemos la oferta que mejor se adapta a ti: ¡no te lo pierdas!