Un clima suave y templado durante todo el año, una situación envidiable en el Océano Atlántico (a 600 kilómetros al norte de las Islas Canarias), un paisaje lleno de colores y una naturaleza exuberante. Así es Madeira, un auténtico paraíso tropical a un par de horas de vuelo de la Península. Te descubrimos la exuberancia de este vergel en medio del Océano, que sorprende al viajero por sus exóticos paisajes:
Jardines
Los viajeros se quedan sorprendidos al descubrir el sinfín de jardines que alberga Madeira. Uno de los más conocidos es el Jardín Botánico, que data del siglo XIX y cuenta también con el Museo de Historia Natural de la isla. Otro de los más visitados es el Jardín Tropical Monte Palace de Funchal en el que se pueden ver miles de especies diferentes mientras se pasea por este rincón, en el que también conviven armoniosamente pavos reales. Descubrir los jardines de la isla es una experiencia que permite pasear entre plantas y flores exóticas, que llenan de magia cualquier visita a Madeira.
Frutas tropicales
La humedad y el clima de Madeira hacen que la isla se convierta en un auténtico paraíso para los amantes de la fruta. Y es que Madeira es el lugar perfecto para degustar algunas de las frutas tropicales más deliciosas como el mango, el maracuyá o los aguacates, que se cultivan en la propia isla. Y por supuesto, el mejor lugar para disfrutar de los colores y sabores de Madeira es el famoso Mercado dos Lavradores de Funchal, donde podrás encontrar todo tipo de frutas, verduras y productos típicos en este punto que es ya una visita obligada en cualquier viaje a Madeira.
Plantas y flores
Si hay algo que conquista de Madeira es su rica y exuberante naturaleza. Y es que la isla es un auténtico jardín al aire libre en el que podrás descubrir especies exóticas como las orquídeas o las jaracandas y flores típicas como la famosa estrelicia, que semeja un ave del paraíso y es uno de los iconos de Madeira. Las flores de la isla son tan apreciadas que cada primavera se celebra la famosa Fiesta de la Flor, una celebración que rebosa olores y colores tropicales y que llena Madeira de ambiente y diversión. Y por supuesto no nos podemos olvidar de sus plantas, ya que Madeira alberga un bosque de laurisilva, formado hace 20 millones de años y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Una auténtica joya, de visita obligada para los amantes de la naturaleza.
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