Foto cedida por AP-Madeira
Madeira busca, tal y como anunciaba Cristiano Ronaldo hace un par de día en sus redes sociales, hacer un “hat-trick” en los World Travel Awards (WTA), como mejor destino insular del mundo. Si ganase este año, sería el tercero en que conseguiría este galardón, posicionando al archipiélago como uno de los sitios del mundo más completos e interesantes turísticamente hablando.
El jugador del Real Madrid, natural del archipiélago portugués, es uno de sus mejores embajadores. Él mismo se ha encargado de pedir el voto a sus seguidores, alcanzando la nominación en este concurso un gran impacto internacional. Y es que el delantero no se cansa de mostrar las bondades de Madeira y lo que disfruta cuando el trabajo le permite volver a casa.
Las islas ya lograron en 2013 y 2014 el ansiado galardón y en esta ocasión, nuevamente nominadas, compiten con destinos de gran fama como son Bali (Indonesia), Barbados, Cook Islands, Creta (Grecia), Jamaica, Maldivas, Seychelles, Sicilia, Santa Lucía y Zanzibar (Tanzania). El 26 de octubre de este año sabremos si Madeira consigue este “triplete” en los llamados “óscars del turismo”, que ya han abierto el proceso de votación popular.
Los World Travel Awards nacieron en 1993 con el objetivo de reconocer, premiar y celebrar la excelencia en todos los sectores clave de la industria del turismo y la hostelería internacional. Actualmente los galardones de este certamen constituyen un sello de calidad reconocido mundialmente. En 2016 se conmemoran se celebra el 23 aniversario del concurso. Hoteles, aerolíneas, destinos, aeropuertos, compañías de cruceros o actividades de ocio son las categorías que se incluyen en las deliberaciones.
Os invitamos a dar vuestro voto aquí, y si aún no conocéis este archipiélago, no os olvidéis de que este verano podremos irnos de vacaciones bajo el sol y rodeados de océano azul con vuelo directo desde Santiago de Compostela. Un destino seguro, familiar, en el que además de relajarnos podremos disfrutar de cultura, gastronomía o historia, sin olvidarnos de la famosa hospitalidad de los lugareños.
¡Viva Madeira!