La calle de Santa María, en Funchal, una de sus principales vías en la zona vieja, se ha convertido en uno de los espacios más coloridos y vibrantes de esta ciudad de la isla de Madeira. En sus empedradas aceras podremos encontrar cafeterías y restaurantes, tiendas de todo tipo y galerías de arte. Como si del propio Soho en Nueva York se tratase, el moderno ambiente que se siente, además de sus múltiples posibilidades, han facilitado que los más jóvenes de la isla hayan escogido esta calle como una de sus favoritas. Inauguraciones, artistas, color, dinamismo y sobre todo, mucha vida, es lo que respiraremos nada más entrar en esta zona.
Sin embargo una de las características más especiales y única que presenta esta calle es que todos sus establecimientos tienen la puerta pintada de una forma única y especial desde el 2011, año en el que se puso en marcha el proyecto “Arte de puertas abiertas”. La primera que se pintó fue la del número 77, de la mano del artista Marcos Milewski, el 6 de abril de aquel año. La idea de un joven, Martinho Mendes, ha acabado generando uno de los puntos con más interés turístico de la ciudad. ¡Una auténtica galería de arte al aire libre! Esa peculiaridad es, por ejemplo, muy valorada por los visitantes en plataformas como TripAdvisor, red social de recomendaciones en las que muchos han dejado fotos con sus puertas favoritas.
Si queremos disfrutar de la noche madeirense más especial, Santa María nos dará también múltiples opciones. Cuando se pone el sol se llena de gente disfrutando de una cena o una copa, velada siempre acompañada por buena música, una temperatura magnífica y un ambiente muy joven. ¿Qué más podemos pedir en nuestras vacaciones de verano?
La calle, si caminamos hacia el este, termina en el Fuerte de Santiago (Forte de São Tiago), conjunto arquitectónico construido en 1614 para proteger la ciudad de los ataques de los corsarios, y otra de las visitas obligadas de la ciudad. Poco después nos encontraremos el puerto de Funchal, muy de moda y también frecuentada por turistas y locales para los momentos de ocio.
La isla de Madeira es el destino perfecto para familias, parejas o grupos. Verano los 365 días del año, miles de actividades para entrar en contacto con la naturaleza, tradición, gastronomía, cultura y sobre todo, seguridad. El Atlántico a nuestros pies y ocio para todos los gustos.
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