La Isla de Sal, situada en Cabo Verde, es la más turística de las islas que conforman el archipiélago. Su enclave privilegiado en el Atlántico y sus playas paradisíacas la convierten en el lugar perfecto para disfrutar del mar y de todas las posibilidades que este ofrece.
Pero la belleza de esta isla no reside exclusivamente en su costa. A pesar de su origen volcánico el terreno es prácticamente plano, algo que es aprovechado por la industria salina —a la cual le debe su nombre— y que permite a todos los viajeros que quieran conocer la otra cara de la isla adentrarse y recorrerla al completo.
Qué visitar
Son muchas las localizaciones de Isla de Sal que por su singularidad y encanto natural deben ser parte de la ruta de todo buen excursionista. Uno no puede irse de la isla sin visitar Santa María, Baia da Murdeira o Porto da Palmeira; sin disfrutar de las vistas en el mirador de Monte Leão; sin conocer el Oásis da Fontona; sin sumergirse en las piscinas naturales de Buracona; o sin admirar la belleza del Olho Magico.
Son también una visita obligada las Salinas de Pedra de Lume. Aquí, los viajeros podrán disfrutar de la belleza de un lago en el cuyas aguas, 26 veces más saladas que el agua del mar, se puede flotar sin esfuerzo. Sin duda, ¡una experiencia única!
Cómo moverse
Los viajeros que deseen adentrarse y conocer los lugares más destacados de Isla de Sal disponen de diferentes opciones para moverse por la isla. Para los que busquen sentir de cerca la naturaleza y la paz que la isla ofrece la mejor opción son, sin duda, las rutas a caballo. Este tipo de rutas, en compañía de un domador profesional, podrán realizarse al trote o al galope según la experiencia del usuario.
Por otro lado, para los más aventureros las rutas en todoterreno, quad, buggy o kart serán la mejor alternativa. Este tipo de rutas están pensadas para recorrer lugares de difícil acceso como el Oasis de Algodoeiro —donde se pueden ver las ruinas de una construcción militar de la época colonial portuguesa— o zonas protegidas como las Salinas de Santa María.
Ya sea en busca de paz o en busca de aventura no olvides que Isla de Sal puede ofrecerte mucho más que playas paradisíacas. Basta con elegir la ruta y la forma de moverse por la isla para disfrutar de una experiencia inigualable conociendo la otra cara de este enclave privilegiado en el Atlántico. Visita ya tu agencia de viajes de confianza en busca de las mejores ofertas y ¡prepárate para la aventura!