Madeira es uno de esos lugares capaces de estimular todos y cada uno de los sentidos de una manera única. Quizá descubrir Madeira a través del tacto sea una de las formas más originales y especiales de conocer la isla, empapándonos de todos sus secretos con la punta de los dedos. Una experiencia que encandila y sorprende a partes iguales a quienes se deciden por acercarse a la isla de una forma diferente. Te ayudamos a descubrir Madeira con la palma de la mano:
Agua: el azul mágico de la isla de experiencias
Madeira es una isla y por ello el agua está presente por definición en su propia esencia. Y desde luego, en Madeira, el mar no solo hay que contemplarlo desde sus impresionantes acantilados, sino también sentirlo desde dentro. Son mil y una las maneras posibles de disfrutar del agua pero sin duda, nuestra recomendación es meterse en las aguas del Atlántico para sentir su caricia ya sea practicando buceo, navegando en kayak, stand-up-paddle, o surcando las olas con una tabla de surf, probar las aguas madeirenses es casi una obligación para todos aquellos que se acercan a la isla.
Mimbre: una aproximación a la tradición cestera de Madeira
La cestería ha estado desde el siglo XIX, muy asociada a la tradición artesanal de Madeira. El proceso de elaboración empieza y acaba en la propia isla: desde la recolección de varas en los arbustos de mimbre hasta el secado y elaboración de productos de distintas formas y tamaños. Si quieres descubrir la tradición cestera de Madeira, te recomendamos que te acerque a Camacha para que puedas sentir todo el proceso de elaboración de estas piezas únicas en el lugar de la isla donde el trabajo del mimbre sigue siendo un arte.
Roca volcánica: más cerca que nunca del origen de la isla
Sentir de cerca el origen volcánico de Madeira se consigue con simplemente tocar una de sus rocas. Ya sea nadando en las piscinas naturales de Porto Moniz y Seixal, o en el interior de las grutas de São Vicente, acercarse al vulcanismo que provocó la aparición de Madeira sobre el planeta tierra es una experiencia, cuanto menos, mágica. Sin duda, otra de las sorpresas que guarda la isla para sorprender (aún más) a los viajeros.
Bordado: telas y formas de reconocido prestigio
El bordado es junto, con el mimbre, la técnica artesana más apreciada y famosa de Madeira. Los bordados de la isla son reconocidos internacionalmente desde la segunda mitad del siglo XIX, cuando Elizabeth Phelps, hija de un comerciante de vinos, empieza a interesarse por esta técnica y busca convertir lo que era un pasatiempo en toda una industria artesanal. Así comenzó la historia de un bordado que es necesario ver, pero sobre todo tocar para apreciar todos los detalles de calidad que proceden del delicado trabajo de estas piezas, que se realiza tanto en fábricas como en casas particulares.
Bolo de mel: la tradición repostera de Madeira
El bolo de mel es uno de los dulces típicos de la isla de Madeira y tiene como ingrediente característico la miel de caña. Tradicionalmente es un postre que se elaboraba el día 8 de diciembre para consumir en Navidad, ya que este dulce destaca por su largo período de conservación. Dice la tradición que este pastel no debe ser partido con un cuchillo sino que se deben coger pequeños trozos con la mano y se puede acompañar también de los licores propios de la región de Madeira. Así que, sin miedo a mancharte los dedos, disfruta de todo el sabor de este postre como un auténtico madeirense.
Madeira cuenta con mil y una experiencias para sentir la isla y disfrutar de toda su esencia. Si estás deseando probar nuestras propuestas y disfrutar de un verano repleto de experiencias, no dudes en consultar nuestras ofertas para la isla, con vuelo directo desde Santiago y Asturias ¡Madeira te espera!