Si hay algo de lo que Madeira puede presumir es sin duda, de sus impresionantes panorámicas. No en vano cuenta con el acantilado más alto de Europa y el segundo más alto del mundo (Cabo Girão), rutas en teleférico que quitan el hipo a sus visitantes y picos que permiten contemplar, desde las alturas buena parte del archipiélago. Todo ello, adornado con la maravillosa vista del Océano Atlántico, los reflejos de las olas del mar y los colores de la naturaleza, tan auténtica, de la isla. Madeira es un auténtico regalo para la vista y hemos seleccionado algunas de las estampas que harán que te enamores perdidamente de la isla ¡Prepara la cámara!
Mirador de Cabo Girão: una mirada al abismo
Es una de las paradas imprescindibles para los amantes de la belleza. Cabo Girão es el acantilado más alto de Europa, con sus 580 metros de altura. Y cuenta con un impresionante mirador que vuelve, aún más impresionante si cabe, la vista. Y es que este mirador que cuenta con suelo de cristal y barandilla de metal y cristal permite apreciar desde todas las perspectivas el paisaje que está, literalmente, a nuestros pies.
Levadas: el verde intenso de la naturaleza
Las levadas, que en su origen eran canales de agua diseñados para abastecer a toda la isla, son en la actualidad uno de los mayores atractivos de Madeira. Los amantes del senderismo descubren en ellas una forma perfecta de recorrer la isla, empapándose de los colores intensos de la naturaleza madeirense. Si quieres disfrutar de una imagen de cuento, te recomendamos escoger la levada que se adentra en el Bosque de Laurisilva, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y disfrutar con la belleza de la naturaleza de la isla.
Curral das Freiras: el pasado volcánico de Madeira
La vista de Curral das Freiras no es la típica estampa de Madeira. Es mucho mejor. Se trata ni más ni menos que de un pueblo situado sobre cráter de un volcán ya extinguido. La visita a la iglesia y las calles de este peculiar lugar es obligada. Pero sin duda, recomendamos contemplar el valle desde las alturas de Eira do Serrado, que supera los 1000 metros y ofrece una espectacular panorámica de la zona.
Mirador das Neves: cuando Funchal se tiñe de rojo
El Mirador das Neves es uno de los puntos preferidos para contemplar las vistas de Funchal y su bahía. Y es que, desde las alturas se ofrece una de las panorámicas más impresionantes de la ciudad, rodeada de acantilados y con el mar de fondo. Sin duda, nuestra recomendación es visitarlo al atardecer, para contemplar los tonos rojizos del cielo y quedarse embobado mientras se hace de noche y comienza a iluminarse la ciudad de Funchal.
Ponta do Rosto: simplemente el mar
Varios islotes, impresionantes acantilados y una lengua de tierra que se adentra en el mar. Así es la vista desde Ponta do Rosto, situada en la península de Sao Lourenço. Dicen que debes contemplar desde ella los cuatro puntos cardinales, ya que la imagen en cada uno de ellos es totalmente diferente, lo que vuelve al lugar, aún más mágico. Los colores rojizos de la tierra volcánica se mezclan con el Océano Atlántico en una imagen que guardarás para siempre en el recuerdo.
Disfrutar de los colores, las vistas y las imágenes de postal que ofrece Madeira es una experiencia que se queda grabada para siempre en la retina. Si quieres descubrir la magia que desprende cada rincón de esta joya del Atlántico, no dudes en consultar nuestras ofertas para estas vacaciones, con vuelo directo desde Asturias y Santiago.
